Penitencia por Amor Extraordinaria. Para sanar desde el vientre materno tu mente, tu cuerpo y tu alma

El ser humano desde el inicio de su historia está siempre preparándose para todo: Necesita nueve meses para ser formado en el vientre materno, se prepara para tomar su primer alimento chupándose el dedo, se dispone para conducir todo su cuerpo por un túnel de tan solo diez centímetros. Se entrena con gritos y llanto para mostrar sus primeras necesidades. Se llena de valentía para dar sus primeros pasos. Toma decisiones que son fundamentales en su vida: aprende a comer, hablar, leer y escribir. Se prepara para: ir al colegio, la universidad y el trabajo; busca cumplir su vocación y su misión. Se prepara para: ganar y triunfar, también para viajar, enamorarse, casarse y tener una familia. Su conocimiento le dice que hay un principio y un fin de su existencia. ¿Está preparado el ser humano para disfrutar la vida eterna, como meta final? Solo quien experimenta diariamente la Misericordia de Dios, busca en El, la perfección de su ser, se llena de Sabiduría y comprende que debe disponerse para alcanzar la meta más importante de su vida, "la Salvación" Jesucristo es el Camino perfecto para alcanzar esta meta, El nos invita ahora, a vivir, en la Maternidad Divina de María, un proceso de sanación y reparación de todo nuestro ser. Así al final de este camino se cumplirá la siguiente promesa: "Venid benditos de mi Padre a gozar del cielo que les tengo prometido" (Mt. 25:34)